Entérate y se parte de lo que Dios está haciendo para cambiar la vida de muchas personas y juntos transformar sus comunidades.
La dinámica divina de la bendición opera de maneras profundas y misteriosas, revelando el corazón de Dios. Como expresó elocuentemente el apóstol Pablo en su segunda carta a los corintios, capítulo 9, versículos 6 al 13 (NTV):
“Recuerden esto: el que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, también segará generosamente. Cada uno debe dar como haya decidido en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al dador alegre. Y Dios es poderoso para hacer que abunde en ustedes toda gracia, a fin de que en todas las cosas, en todo momento, tengan todo lo que necesiten y abunden en toda buena obra. Como está escrito: Repartía sus bienes a los pobres; su justicia permanece para siempre”.
En esencia, cada bendición que hemos recibido alguna vez, pasada, presente y futura, se origina en Dios. Su abundante generosidad nos sirve de ejemplo y nos anima a compartir nuestras bendiciones con los demás. Este acto de dar debe surgir de lo más profundo de nuestro corazón, arraigado en la comprensión de que nada nos pertenece realmente. Cuando ofrecemos nuestros recursos, participamos en un ciclo sagrado que glorifica el nombre de Dios y magnifica su bondad.
La generosidad encarna dos verdades esenciales: satisface las necesidades apremiantes de los demás y, al mismo tiempo, fomenta la gratitud en sus corazones. A través de actos de bondad, no solo proveemos para los menos afortunados, sino que también inspiramos un espíritu de agradecimiento que se propaga por toda la comunidad.
Entonces, ¿qué significa realmente la palabra "misericordia"?
Según el diccionario, la misericordia se define como la virtud que inclina
al alma a empatizar con los sufrimientos y las necesidades de los demás. Esta profunda comprensión nos llevó a adoptar el nombre de "misericordia" como la piedra angular de nuestra misión como organización.
Todo esto es Misión Misericordia, concentrar la cooperación local e internacional para amplificar su impacto, colaborando con diversas organizaciones gubernamentales y privadas, más la gran familia de donantes y voluntarios que comparten la misma visión de que para cosechar un mejor futuro se empieza sembrando en el presente acciones de misericordia.